Tres consejos para evitar ser estafados:
1- En primer lugar, debemos identificar que el sitio web sea seguro. Esto lo corroboramos buscando la “S” en la barra de direcciones del navegador. Allí, debemos ver que la dirección de la página empiece con HTTPS, y no HTTP a secas. Esto nos da la idea de que la comunicación entre el sitio y nuestro dispositivo está cifrada y es segura.
Las páginas de bancos siempre cifran la información, mientras que las páginas falsas transmiten la información sin cifrar.
2- Otra cosa que no debemos hacer es proporcionar los datos de usuario y contraseña al recibir correos electrónicos, ya que estas comunicaciones son apócrifas.
Los bancos nunca solicitan esta información, y las tiendas de comercio electrónico tampoco.
La información de inicio de sesión nunca se solicita a través de correos electrónicos. No importa que nos amenacen con cerrarnos la cuenta bancaria, o perder el dinero.
Debemos verificar en este caso, que el remitente del correo sea veraz. Por ejemplo, si recibimos un mail de Gmail, la dirección de correo debe ser @Gmail.com, y no @freemail.cz.newmail.com. Es importante siempre verificar los remitentes, y si nos despierta sospechas no debemos abrir el correo.
3- Como tercer consejo, es fundamental tener activadas las notificaciones sobre cada compra que se realiza con las tarjetas de crédito o débito. Las empresas permiten activar estas funciones desde sus páginas web. También es recomendable usar tarjetas de coordenadas, y usar contraseñas seguras. No deben ser nombres de hijos ni fechas de cumpleaños. Lo recomendable es combinar letras mayúsculas, minúsculas, números, símbolos, y procurar que tengan una extensión de más de 10 caracteres.
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